Los
griegos situaron la política en el noble arte de la gobernanza; los
franceses la entronizaron en la conciencia para que presidiera toda
nuestra vida mental; y los británicos la situaron en su rango de
actividad espiritual secundaria no exenta de burla… y los españoles
del periodo de la Ilustración llegaron a la conclusión de que la
política, o pensamiento de lo útil, es una saludable fuerza de la
que no podemos prescindir.
Surrealismo
político
Toda
la alquimia del verbo se reduce a falsas esperanzas y sueños
rotos...
Desde
el colapso del mundo micénico, el mafioso imperio de la mentira se
ha instalado en los gobiernos del llamado Occidente pasando y dejando
atrás, el periodo decadente de los griegos, en la Edad Oscura…
Viendo
lo que está pasando ante nuestros ojos, es todo un consuelo la
lectura de los filósofos franceses de la Ilustración; más que nada
porque eran de una educación exquisita y contemplaban sus deberes
morales de la vida pública de forma tan rigurosa que, cuanto más
alta era la responsabilidad del político, más se esforzaba en
hacer saber al pueblo que todo su extenuante trabajo no tenía otro
objeto que el bienestar de los ciudadanos comunes y el trato justo
hacia ellos.
Para
esos brillantes pensadores, todo lo que estamos contemplando hoy en
el campo de lo político, no es otra cosa que la antesala de la
revuelta, de la violencia, del crimen y de la locura social; de los
asesinatos masivos, de los ajustes de cuentas, y de los ajusticiados,
por ley, en el patíbulo.
Estos
intelectuales de distinguida prosapia y maravillosos pensadores
“ilustrados” concluyeron, en un tiempo razonable, que la única
salida para la metamorfosis del hombre político en su busca
perseverante del azar objetivo, no es otra cosa que el auténtico
sueño de los alquimistas de la gobernanza.
No
es bueno para la llamada (por ellos mismos) «casta política», el
frivolizar tanto con la miseria y el sufrimiento de los ciudadanos; a
las tortillas se les suele dar la vuelta, precisamente, para que no
se quemen…
Y
de esa manera, lo que se suele conocer por democracia, es y será la
representación más llevadera de la lucha de clases; pues el valor
poético de la filosofía política contempla la alternancia de poder
como una forma muy elegante de vivir, sin tener que matar al
vecino...
Porque
si quieres espectáculo -decía Montesquieu- los ciudadanos
oprimidos y esclavizados te pueden ofrecer una respuesta cuando menos
te los esperas; el asalto a los palacios y la toma de las
instituciones; la tortura en los sitios más siniestros; cientos de
miles de asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, fosas comunes, y
otros divertimentos revolucionarios…
No
debería olvidarse que la sangrienta revolución francesa que
aterrorizó a Europa, fue anunciada por este movimiento intelectual
decenas de años antes… El clima político que estamos padeciendo,
es una maldición que se repite. No le quepa duda.
Sapere
aude, quam primum incipere...
Todos
los demás climas “cambiantes” son una ridícula milonga de
placas solares tóxicas y molinos de viento que matan a las aves;
cosa que el propio Don Quijote de la Mancha señaló como gigantes
malditos que asesinan a las cigüeñas y atacan a los caballeros
andantes.
Pero
bromas, aparte, el «atrévete a saber, comienza cuanto antes» es
una locución latina; pero utilizada desde hace tres mil años por
los griegos primitivos, que te invita a estudiar para saber y
comprender que los políticos te están engañando continuamente,
porque te consideran parte de un rebaño de borregos a los que hay
que conducir al matadero.
También
suele interpretarse como la filosofía alemana lo hizo: «ten el
valor de usar tu propia razón, sé valiente». Piensa y no te dejes
engañar, pedazo de idiota ignorante, «no lo dejes para mañana,
adquiere sabiduría», porque te manipulan y te engañarán, todos
los días de tu vida.
Es
el mecanismo inesperado de lo fantástico para manipular a los
necios; una entelequia apocalíptica para la gobernanza por el miedo;
el engañabobos climático para plebe que utiliza la corrupta clase
dominante para erigirse en salvadores de la humanidad; el chotacabras
enmascarado que amenaza, en las sombras de la noche, a los idiotas
irrecupelables.
Los
filósofos del «Siglo de las luces» abanderaban la hermosa idea de
la libertad del individuo y despreciaban los “estados policiales”,
y te lo advertían los más brillantes pensadores del siglo XVIII…
Sobre
todo eran extremadamente observadores y críticos del discurso ajeno,
pues desde la Grecia Antigua, la sabiduría en el tratamiento de la
gente común en la polis era contemplada como el verdadero arte de
gobernar.
Son
los “singulares ingredientes” aristotélicos de los grandes
personajes de la política que -por lo visto- nadie conoce en la
socialdemocracia de hoy día; ni siquiera en su flanco izquierdo
cuando se alía con la chusma criminal de la extremistas del
comunismo; ojo avizor… que la historia repite la foto de una
socialdemocracia dando paso y cancha al nacional-socialismo.
Parece
que la chusma política no aprende ni de la historia reciente. Eso da
una idea general de las titulaciones “rimbombantes”, cuando no
falsas, periféricas, plagiadas, o compradas de universidades
públicas para la chusma que están bajo el control ideológico de
personajillos que son odiadores políticos de dudosas calidades
intelectuales; que van de revolucionarios de salón por la vida.
Así,
cuando se creen preparados para un asalto al gobierno, llega la
desgracia, penetra en las instituciones la peor ralea humana de
izquierdistas degenerados con afán de poder y de fortuna. Roban todo
el Tesoro público, y luego desaparecen. Todo lo demás, les importa
un bledo.
Pero
masacrar con impuestos a las clases medias, a las que previamente han
esquilmado, despojándolas de privilegios jurídicos y económicos,
es un grave error que se suele pagar con la revuelta permanente, que
siempre acaba en golpe de Estado militar; y ejecuciones masivas de
los “nuevos nazis del socialismo”…
Cortitos
de entendimiento, no comprenden el verdadero significado del
bipartidismo que coloca en la modernidad a la envejecida república
griega. Ni siquiera el sentido común les susurra al oído que la
filosofía política culmina su pedagogía dejando claro que la
política no es, en modo alguno, el arte de hacer felices a los
pueblos, sino de hacer, todo lo que se pueda, asistiendo a sus
necesidades.
La
prueba definitiva de la incultura política de esta gentuza
izquierdista es que llaman “fascistas” a todos sus críticos, a
cualquier opositor democrático, a los militares, y a los cuerpos de
seguridad y de orden público que intervienen, simplemente, para
poner fin a la barbarie… Y lo hacen gritando con los ojos
desencajados...
Un
golpe de Estado… sí, es cierto, un golpe de Estado que por
definición; de ayer, de hoy y de mañana, es exclusivamente
bonapartista. Nada de fascismo, idiota…
Un
ejemplo de libro es la “bonapartista” España del año 1939; o la
Italia del
“Risorgimento”, pues en el contesto cultural del Romanticismo; la
verdadera carta nacionalista de Italia, o luego de España, fue para
evitar que las mafias de los separatistas, en compañía de
anarquistas, desintegren y destruyan la patria histórica.
Une
saison en enfer...
Cuando
los advenedizos “socializantes” del Democratic Party en los
Estados Unidos asaltan el poder para borrar a Donald Trump de las
páginas de la historia, no se debe perder de vista nunca el proceso
psíquico-teatral que desplegaron los imperios mediáticos
estadounidenses y las llamadas redes sociales, pues ello condiciona
la puesta en escena de la llamada «Société
du spectacle» descrita a la perfección por el inolvidable teórico
francés, Ernest Guy Debord.
Tampoco
olvide que todas las naciones europeas utilizaron las mismas
antorchas del periodismo periférico, bien remunerado y sus secuaces
bien pagados; todo financiado por la mafia americana, para llevar a
la hoguera a un presidente elegido por el pueblo estadounidense.
Hacer leña del árbol caído, no solo es propio de malvados y de
cobardes; sino de asesinos agentes propagandísticos del nazismo.
Para
eso, los franceses tienen un olfato de lobo, como Guy Debord, que
desde el Mayo
del 68
decía que: «los periodistas y el periodismo son dos productos del
surrealismo nazi aplicados a los aparatos de propaganda».
Nada de toda esa
basura en la que degeneró el llamado Cuarto Poder del legendario
conservador, Edmund Burke, uno de los «old
whigs» el
único británico que señaló a la Revolución Francesa como el
producto final de la corrupción desenfrenada de los políticos.
Si
un paseo por el infierno es la nueva forma de gobernanza que
justifica las ambiciones de una banda criminal de izquierdistas
incendiarios que toma el control de todas las instituciones, no es
menos verdad que los llamados «no privilegiados» justifiquen una
resistencia implacable y una negación absoluta
a ser sometidos a la esclavitud.
La
epistemología de la política exige, como mínimo, educación donde
no la hay… La basura izquierdista que se instala en los
parlamentos, lo hace para robar; y al calor del dinero los líderes
sindicales se convierten en perros guardianes para amansar a las
fieras del proletariado.
Así
habló un jovenzuelo poeta, Jean Nicolas Arthur Rimbaud, 20 años de
edad, cuando se dirigía, simbolicamente, o directamente por escrito
a la Generación Beat estadounidense, sin conocer América y sin
saber que los consagrados y millonarios escritores alemanes del
Tercer Reich, asilados en U.S.A., todos socialdemócratas de
d'Allemagne,
existían… pues era una carta dirigida a su amigo, Paul Verlaine:
«No
entiendo los delirios de la condesa, dice que quiere tomar la
Bastilla para su revolución sexual, no deja de repetir feminismo con
su boquita de madame, un viejo jardinerio del Elíseo me ha regalado
la palabra ecologismo, sin embargo la homosexualidad se conoce en
todos los salones de la diversidad sexual parisina… Todos son
inmensamente ricos… No me ha sentado nada bien la pipa de hachís
entre tanto político embustero; cette
femme est folle».
«Y
estos hijos de perra se llaman así mismo progresistas»...
La
escavitud no tiene otro nombre, oiga, tampoco puede maquillarse…
Pero lo
cierto es que en esta segunda década del siglo XXI, nos han
dividido, de nuevo, en patricios y plebeyos; o lo que es lo mismo, en
una minoría de multimillonarios que han sometido a la esclavitud al
resto de la humanidad; una incómoda masa humana en la más absoluta
pobreza.
Aunque
la poesía es aroma y emanación de la misma sustancia de la Patria,
¡Ay de un país como Estados Unidos! que se ha dejado robar la
poesía de los padres fundadores de la república estadounidense;
esos dos grupos de valientes: los que firmaron la Declaración de
Independencia, y los autores de la Constitución.
El
país que se deja robar su Constitución, dadlo por muerto, porque
está llamado a desaparecer de la historia; porque nunca más
poseerá esa seductora y poderosa arma que es el valor mágico de la
poesía; porque ha dejado que destruyan todos sus monumentos y ha
permitido que reescriban la nueva narrativa surrealista para
degenerados que sustituye a su historia sagrada.
Que
tiemblen todos los europeos porque Barack Hussein Obama ha exportado
su narrativa de odio a la Unión Europea, su racista tesis contra los
blancos anglosajones, culpabilizados y excluidos; y ha regalado a
Bruselas su ridícula doctrina climática y su libro sagrado de
aberraciones sexuales.
La
élite de Bruselas sigue, estrictamente, el guión de un mafioso de
la clase dominante de Washington, para proceder al hundimiento de las
naciones europeas…
Toda
la alquimia del verbo se reduce a falsas esperanzas y sueños rotos.
Pero el valor mágico de la gobernanza admite otros valores
indiscutibles, que son completamente desconocidos por la casta
política más despreciable de los últimos tiempos.
Tres
mil quinientos años después de las sangrientas revueltas civiles
contra la aristocracia griega, Estados Unidos, la más grande
república de la historia humana, el más grande territorio de
hombres y mujeres cristianos y libres de este mundo, ha caído en
manos de una aristocracia globalista que practica el salvaje
Capitalismo de partes interesadas.
Alfonso
M. Becker
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