Adiós
a nuestra forma de vida...
Decía
Marco Aurelio que son muchas las cosas superfluas que turban nuestra
paz interior y que no es difícil deshacerse de ellas consistiendo
todas en nuestra forma de entender la vida y en el modo de opinar que
tenemos; si lo conseguimos, obtendremos un campo mucho más ancho
para el desahogo del espíritu, para comprender este violento mundo,
y traer a la memoria el siglo en el que vivimos...
La
destrucción sistemática de nuestro mundo y de nuestra forma de vida
es un hecho consumado, y detrás de esta tragedia, que se hace global
por momentos, solo puede venir el Apocalipsis, o algunos de sus
terribles sucedáneos...
En
lo más oscuro de todas estas maldades, está la desaparición del
periodismo, de la libre expresión de las ideas, y la reconversión
de los periódicos en el vocerío panfletario de la más baja calaña
de políticos corruptos de la socialdemocracia; que solo tiene
precedente en el degenerado partido nazi alemán (NSDAP) de los
lúgubres preludios a la Segunda Guerra Mundial.
En
Estados Unidos, el aparato de propaganda socialdemócrata, al igual
que en Alemania, sigue despotricando, al estilo Joseph Goebbels,
contra Donald Trump a la menor escusa y sobre cualquier tema proclive
a ensuciar el honor de un presidente americano al que claramente
definen como un cadáver que tiene que dedicarse a la albañilería
que es lo suyo…
La
podrida prensa neoyorquina incluso se esfuerza repetitivamente, con
su viciosa letanía, para que nadie olvide «The evil clown is gone»
el payaso malvado que se come a los niños en las pesadillas de "All
Hallows'evening" se va de la Casa Blanca…
Se
han dado cuenta, los malvados, de que la incultura política de la
ciudadanía y la carencia de un mínimo sustento filosófico de las
ideas entre los jóvenes, son la árida tierra de cultivo para el
manejo del nuevo “lumpenproletariat” por parte de mafias de la
élite, “entrenados” en la gobernanza, que los manipulan y
conducen a su antojo, como si de una piara de cerdos culturizados se
tratase...
La
situación actual de Estados Unidos es un capítulo aleccionador para
estos tiempos de oscuridad que nos llevan hacia el abismo a una
velocidad de vértigo.
Lo
que nunca cuentan los mafiosos megaliberales de la prensa pervertida
y sobornada, americana, es que, el mafioso que llega próximamente a
la Casa Blanca es un corrupto y miserable descerebrado, con graves
problemas de senilidad, que es utilizado como marioneta por Barack
Hussein Obama, que es el que tiene el control absoluto de los Estados
Unidos.
Si
alguien pensó en Kamala Harris para sentarse en el trono y retozar
coronada durante los próximos 4 años en el Despacho Oval, bien sabe
Dios que no es un error de interpretación, pues la «jueza del amor
y del sexo» está en primera fila para aprovechar la última
oportunidad de su vida para ser la mujer más poderosa del planeta
Tierra.
Y
claro está… ya le ha echado el ojo orgásmico al que fue el
primer presidente negro de la historia estadounidense y al rostro
pálido y vegano del vejestorio Bill Clinton…
Aunque
ya hay rumores de que la calienturienta Kamala le bajó los
calzoncillos, a ambos, con intenciones pecaminosas en otros asuntos
muy desbordantes y exaltados de la gobernanza; y mucho más en el
turbio negocio de escalar puestos como si de una «stairway
to heaven» se tratase.
¿Acaso
no es bello el amor por mucho que la chusma quiera enturbiarlo?
¿Tienen envidia los miserables mendigos del incuestionable atractivo
sexual de Kamala Harris?
No
es porque yo critique el fuego en las entrañas que produce el deseo
irrefrenable de que una dama se entregue como una buscona, o como una
mujerzuela de mala cuna, a cualquier poderoso político…
Todos
sabemos -por fisiología aplicada a la conducta humana- que el poder
eriza los penes, así de claro, y estos -a su vez- atraen como un
imán a los clítoris angelicales que no tienen culpa de nada en esta
vida…
Y
por tanto, a mi parecer, no hay que humillarlos con ningún cotilleo
lenguaraz.
Como
acertadamente dedujo Kamala, a través de su tiempo menstrual, cuando
ella escudriña, científicamente como estudiosa, en las selectas
ingles presidenciales, es siempre la bragueta la primera puerta para
las grandes oportunidades, y por eso encuentra injusticia y machismo
por todas partes; incluso en los lugares más insólitos.
Seamos
claros, la vagina de una mujer es libre e independiente; no actúa
bajo las órdenes de ningún sistema nervioso ni de ninguna neurona
de cabeza loca de mujer libertina.
Tampoco
obedece un monte de Venus como un perro faldero, sino que hemos de
considerarlo como un bellísimo promontorio con una oquedad, al rojo
vivo, que espera simplemente ser refrescada como cualquier rescoldo
de un infierno en llamas…
Me
encanta esta metáfora, de verdad…
Hay
algunos poetas ridículos que llaman a la vagina “volcán del amor…
¿no es para matarlos a golpes de “keyboard”?
Es decir, partirle el tablero alfanumérico en la cabeza…
¿A
esto llaman política? ¿Quién en su sano juicio va a meter su
indefenso pene en el cráter de un volcán? ¿Estamos locos los
heterosexuales?
Por
el contrario el clítoris es un apéndice violento, excitado y
anarquista de mucho cuidado… No le dé la espalda nunca a un
clítoris, son peligrosos, traidores y engañabobos… en mi opinión,
todos los clítoris deberían estar en la cárcel.
La
conclusión no puede ser otra: la peor basura de políticos de la
historia de la humanidad, ha tomado el poder y te advierte que no
piensa soltarlo nunca más…
El
llamado «nuevo orden mundial» asoma sus colmillos y no se trata de
ninguna teoría de la conspiración. Ya ha comenzado y lo peor
todavía está por venir.
No
sé si lo pillan, pero eso es una dictadura maquillada con «el
supuesto amor inquebrantable e infinito que los gobernantes corruptos
tienen sobre la indefensa y desgraciada ciudadanía.
Así
se mueran todos de una diarrea galopante...
Por
cierto, ¿ha pensado alguna vez en una pandemia que pudiera
atribuirse a un virus que solo ataca a los políticos corruptos? ¿No
es genial?
Se
acabarían todos nuestros problemas…
La
pálida tinta de este escrito vale más, poéticamente, que la mejor
memoria histórica. Lo que está ocurriendo es un auténtico libro
abierto; la historia reciente (toda esta última década) es un
cerebro colectivo que habla y clarifica, aún sin perder el sentido
del humor.
La
esperanza tiene cierto parecido con aspectos de la sexualidad que
hemos tratado, con cierta benevolencia, en párrafos anteriores.
Dicen
los franceses que es una buena comida pero una mala cena…
Jacques-Bénigne
Lignel Bossuet
fue, sin duda, el más grande sermoneador del siglo XVII; sabía de
la miseria existencial de los desposeídos y de la miseria moral e
intelectual de la nobleza y de toda la élite social.
En
su “Méditation
sur la brièveté de la vie” nos descubre y advierte que la
esperanza no solo es lo último que se pierde, sino que es el genuino
obsequio de un dios menor para dulcificar todas las amarguras de la
vida.
A
todos mis amigos les recomiendo que no renuncien nunca a nuestras
esperanzas, por mucho que la mafia socialdemócrata la arroje al cubo
de basura, destruyéndolo todo,y calificándola como inútil
imaginación de los desgraciados.
Este
frívolo montón de ladrones corruptos de la política, con demasiada
satisfacción propia de ganado apacentado de ignorancia y fanatismo,
ni siquiera sabe que la esperanza es una virtud.
Sí…
por supuesto, hay que volver a las andadas. Enfrentar a tiros a los
malvados y hacerles ver que no han ganado ninguna batalla y que la
guerra que viene será sin cuartel.
En
el fondo, cuando se viven los peores tiempos, siempre hay una mirada
del que espera, un alma del que perdona, y un corazón del que llora
por el tiempo perdido.
Ese
tiempo que nos han robado y que nunca volverá.
Alfonso
M. Becker ©
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